A tan solo unos kilómetros de Marrakech, el Valle de Ourika nos regala un soplo de aire fresco entre montañas, ríos y tradiciones bereberes que siguen vivas en cada rincón. Esta excursión es una escapada perfecta para quienes buscan naturaleza, autenticidad y cultura local.
Viajaremos entre campos de cultivo, pueblos de adobe y paisajes verdes salpicados de nogales y terrazas de cultivo. Pasearemos por el pequeño zoco local que se extiende entre las zonas verdes del valle, donde los vecinos de la zona acuden a vender productos frescos, especias, tejidos y artesanía. Un rincón lleno de vida donde podrás sentir la esencia del Marruecos rural.
Y si te animas, podrás subir hasta las cascadas de Setti Fatma, uno de los rincones más emblemáticos del valle.
Una jornada que combina naturaleza, cultura, cercanía y autenticidad. Ideal para reconectar con lo esencial y dejarse sorprender por la belleza serena del Marruecos más profundo.